Prendió el fueguito levantando sus llamas delgadas hacia el cielo.
A unos 200m por encima del nivel del mar, arropadas del abrigo entre los árboles compartimos, compartimos y compartimos un poquito más.
Simple y delicada plegaria que cae del corazón a las manos, para fundirse en la Tierra y agradecer, empezando por pedir disculpas y comprometiendo el mañana.
Abrazándome en la corteza.
Gracias a tu ser Mujer.